Fields

Pasea por el sendero del campo, el camino estrecho restringe el rumbo de su mente solo a los buenos pensamientos. El sabor de un pastelito afrutado endulza sus labios, ahora curvos en una fina sonrisa. El viento maneja su cabello largo hasta la cintura, golpea los volantes de su vestido, que danza de un lado a otro suavemente, al compas del vals que marcan sus pasos. Se abre paso entre las corolas de los tulipanes amarillos y rosados, agitados por el aire. Briznas de hierba se mecen tambien entre sus pies, lentos y ligeros. El rocio de la mañana resbala perezoso en densas gotas frescas por los tallos de las flores, que se acaban de despertar con la ayuda del sol calido del verano de agosto. El cielo despejado y silencioso interrumpe su calma espesa al cruzar unas serias golondrinas que empiezan ya a emigrar. Su vuelo recuerda a los amores que surgen al principio del verano, animados por el calor y el buen tiempo, y se marchan hacia el comienzo del otoño, alejandose intentando no dejar dolor ni recuerdos, se esconden en sus alas ahora mas oscuras y emprenden el vuelo con la caduca promesa de volver pronto. Se sabe que cuando vuelvan ya su nido sera otro y nada sera como antes, en los confines de la primavera. Pero los malos pensamientos se alejan y se ocultan entre las tejas de aquella casa que se vislubra al final del camino. Ella saborea el momento y mira el campo, un manto amarillo claro con salpicaduras de colores pastel, protagonizados por las rosas, las tulipas, las amapolas y las lilas; como las acuarelas de la paleta desgastada de un buen pintor, quien sabe mezclar y difuminar los colores destilados y acuosos, sobre un lienzo acartonado, para dar vida pincelada a pincelada, revivir emociones, trasmitir sentimientos, imprimir sensaciones, crear sueños. Mejor que un escritor que deja caer con gracia y elegancia las letras sobre el cuaderno...

 Ahora las mariquitas de lunares, los escarabajos dorados, las mariposas azuladas, el rio a lo lejos con su melodia plateada, ..invitan a esa chica a disfrutar y alejar de su alma la soledad, el cansancio, la agonia..: todas aquellas palabras que fuera de la ciudad gris ya no tienen sentido.