"When you smile, I feel 101 % happy"

martes, 3 de julio de 2012

Las olas que guardaban los secretos



Paseo por la orilla de la playa, los cantos rodados bajo mis pies me hacen recordar viejas historias con un fin indefinido, cuentos sin terminar y poemas que quedaron en palabras insulsas, desperdigadas en las hojas arrugadas de una libreta vieja y amarillenta. Las gaviotas conversan las unas con las otras y opinan de esta viajera que estoy hecha, dirigen el eco de mis pensamientos y opinan del rumbo que deben tomar mis pasos. 


El agua fresca acaricia mis tobillos y empapa los bajos del vestido. Las olas curan las heridas y refrescan las quemaduras con el viento salado. El sol se refleja en las conchas, la arena blanda y tibia me recuerda sin querer la protección de nuestro lugar secreto, ese lugar donde las penas se marchitan y crecen los deseos, florecen los sueños y trepan las enredaderas hechas de alegrías. El murmullo del mar sana los arañazos y hace olvidar las penas, borra los malos recuerdos y deja en la superficie los mejores momentos para poder degustarlos en su compañía. El mar quiere ser partícipe de las bonitas o tristes historias de los caminantes sin rumbo y, como quien no quiere la cosa, te invita a sentarte en una roca lisa, suave y pulida por miles de mareas y tormentas. La roca esta ahí enfrente, situada expresamente para ofrecer un rato de conversación sincera con el mar. 


Cuando te sientas en la roca, tus pensamientos fluyen, el agua te sonsaca todas las penas y acabas por contarlo todo, contar tus más profundos sentimientos y entregárselos al mar, ponerlos a disposición de los vientos salados del norte y a las gaviotas curiosas y egoístas que recogen retazos de las historietas y Dios sabe dónde los llevan. Realmente las lágrimas acaban por no tener sentido en un lugar como este, pues el aire las seca antes de que puedan caer en la arena y ensuciarla con grises pensamientos sin motivo aparente. El compás de las mareas dirige el baile y la luna quiere ser también una invitada, con lo cual el sol se va y las notas de música surgen de lo más profundo de tu ser, bellos versos de poesía, en un afán de despedida.


Pero no va a ser tan fácil, el mar no dejara que te vayas antes de un último vals.

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